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sábado, 26 de noviembre de 2011

Museo del Traje de Madrid

El viernes fui al Museo del Traje de Madrid. En primer lugar, me gustaría hacer un pequeño comentario acerca del sistema museológico y museográfico adoptado en la exposición, marcando lo que a mi parecer son los pros y los contras de la organización y distribución de los objetos y las herramientas didácticas. 

Así pues, empezaremos por la parte positiva ¿Qué fue lo mejor del museo? en primer lugar que para los estudiantes es gratuito. La entrada ordinaria no es de un precio desorbitado, son tan solo 3€, pero es de agradecer que se hagan ese tipo de "descuentos" a los estudiantes. En segundo lugar la distribución de las salas y la presentación de las prendas: las salas seguían una línea cronológico-estilística que tocaba mas o menos todas las ramas en función, claro está, del fondo del museo. Cada sala tenía una misteriosa puertecita que conducía a un espacio didáctico con respecto a la temática de la sala en la que estabas, pero eso lo comentaré mas tarde (más que nada porque no seguí el itinerario de forma correcta, que sería entrando en estas puertas, sino que primero visité todo el recorrido de exposición y luego la zona de didáctica, sin alternarlo). En cuanto a la presentación de las piezas y su conservación, decir que todas las prendas estaban situadas en pequeños escenarios acristalados con algo de "atrezzo" vinculado a dichas prendas y su periodo histórico, lo cual da más presencia a las prendas y sitúa al espectador en el lugar y el tiempo, facilitando la comprensión para aquellos que son neófitos en la materia. Todas las piezas estaban montadas sobre un alma a medida de la prenda o bien colocadas dentro de maniquís de costura. Por otra parte, la iluminación era muy respetuosa con la fragilidad de los tejidos, ya que prácticamente todo el recorrido está en penumbra, iluminándose de forma muy moderada las vitrinas (incluso en ocasiones, la iluminación de las vitrinas se encendía y se apagaba en periodos cortos de tiempo, para exponer la prenda al menor nivel de luxes el menor tiempo posible). Finalmente, lo mejor de todo, la zona didáctica: se trata de todo un recorrido alternativo (por el cual en teoría se accede a través de las puertas anteriormente comentadas) en el que vas interactuando con una serie de prendas y juegos didácticos que a mi parecer soy muy ilustrativos y creo que deben de ser una gozada para los chiquillos que visitan el museo (¡yo no soy chiquilla y me lo pasé bomba!). En esta zona podías probarte prendas, tocar tejidos distintos, conocer su procedencia, distinguir tramas en los tejidos, aprender a diferenciar los distintos estilos, conocer la función de la vestimenta para con el rol social y su utilidad como abrigo o protección, etc... Desde luego, todo un trabajo didáctico a través del cual tanto grandes como pequeños aprenden mucho y conocen de primera mano los entresijos del mundo textil.

Sin embargo, salí algo desencantada por dos razones. La distribución informativa era bastante poco funcional así como parca en contenido...Para empezar, las vitrinas no tenían cartel informativo, el típico recuadrito blanco con la información de la pieza. Al principio de cada sala había una especie de revistero con unas tarjetas informativas montadas en cartón pluma, con una miniatura de cada prenda y la información al lado (que se reducía a una nomenclatura de la pieza, una fecha y un número de catalogación). Me parece un sistema poco funcional y poco cómodo, ya que el sistema tradicional creo que es muy cómodo en tanto que simplemente es un movimiento ocular el conocer qué estas viendo, en un golpe de mirada tienes la información de esa prenda. El sistema de este museo supone que en cada sala tienes que encontrar el montoncillo de tarjetas, luego tienes que situarte ante las prendas, y encontrar la que te interesa en la tarjeta para luego encontrarte con una información bastante escasa. Ya que trasladan esa información de un originario soporte diminuto a uno portátil y más grande, podrían incluir mas datos, como el tipo de tejido, los cortes de la prenda, los materiales de la decoración, la procedencia del fondo, etc...(si bien cabe decir que además de estas tarjetas, había un ordenador con un plus informativo de cada prenda, lo cual suple esa carencia y aporta un punto en positivo en esta pequeña "critica"). Es una opinión, probablemente a muchos/as de vosotros/as os parezca un buen sistema, pero a mi me resultó aparatoso...¿La segunda razón por la cual me "desencanté"? No es un desencanto en sí, mas bien fue un chasco...La tienda estaba cerrada temporalmente. Quería comprarme libros o catálogos con los cuales poder haceros mas "Historias de...", pero justamente ese día la chica que lleva la tienda estaba enferma...Así que me quedé sin libros. Una pena.

Teniendo en cuenta que hay más pros que contras, mi veredicto final es que estuvo muy bien, lo pasé genial y vi prendas muy bonitas. Como no se pueden hacer fotos allí dentro, os pondré fotos extraídas de la propia pagina web (junto con la información que adjuntan) de las prendas que más me llamaron la atención.


Casaca en seda labrada en su color con aplicación de bordado en sedas polícromas y plata sobredorada. Larga hasta la cadera, abierta por delante y con pliegues laterales que parten de un botón forrados en la misma tela. La manga, tres cuartos con vuelta de forma triangular. Las costuras van decoradas con un galón de hilos metálicos y un encaje de "puntos de España" que recorre los perfiles delanteros. 1740 (ca). Rococó. La casaca, junto con la basquiña (falda), fue un vestido muy común entre la población femenina española de la primera mitad del siglo XVIII. Juan de Albayceta, en su libro de patrones de 1720, incluye patrones de casacas femeninas similares a la que aquí se expone. Estas casacas se cerraban en el delantero con una pieza triangular llamada peto.



Gorro redondo de niño en brocado verde en dos tonos, con hilos dorados y sedas polícromas que dibujan motivos florales. Está guarnecido con encajes de puntos de España. Tiene dos cintas para sujetarlo bajo la barbilla de seda amarilla en ligamento tafetán. Está forrado con lino en ligamento tafetán en su color. 1730 (ca) Rococó. Este tipo de gorro infantil que se ajusta a la cabeza y cierra en el cuello con cintas fue utilizado por los niños en el siglo XVIII en la primera infancia. Tanto los tejidos como los motivos decorativos son los mismos que los utilizados en los vestidos.


Bolsa alargada de perfil poligonal, realizada a punto liso color crema con entretejido de abalorios esféricos polícromos. Una de las caras se decora con un cestillo de flores, una guirnalda ascendente y una greca. La otra cara representa un pedestal, con cesto de flores y guirnalda ascendente. Luce una cadena de eslabón circular y tiene boquilla metálica dorada con cierre de presión, resorte y bisagra rematada con dos serpientes contrapuestas.En España, este bolso, era conocido con el nombre de "Ridículo".Neoclasicismo. 1800-1810 (ca).


Zapatos de ante color verde, decorados con aplicación de cintas de seda en ligamento de gros de Nápoles, dispuestas en paralelo. La pala es alta, con forma de oreja trapezoidal, y la puntera muy pronunciada. Se cierran con hebilla rectangular de dos uñas, enriquecida con cristales que imitan diamantes de talla antigua, engastados sobre cuatro garras. El tacón, muy alto, y la suela son de cuero y están pespunteados en hilo de algodón color blanco.Rococó. 1730 (ca). Los zapatos femeninos del período rococó se caracterizan por su elevado tacón, situado en la combadura del pie para dar mayor estabilidad. Durante el siglo XVIII no hay diferenciación en la horma entre el pie derecho y el izquierdo.


Vestido formado por cuerpo y falda en nansú de color beige con decoración estampada de tema floral. El cuerpo es ajustado al torso, y la manga, pagoda con hombrera adornada con dos galones de terciopelo. Lleva una manguilla en batista de algodón con ancha banda de bordado mecánico. La falda es larga, con vuelo y fruncida en la cintura. Romanticismo. 1851 (ca)-1855 (ca). Coincide tipológicamente con los vestidos en uso en la década de los cincuenta, en la que el miriñaque, encargado de ahuecar las faldas femeninas, proporciona en este momento una silueta de cúpula a la falda.


Miriñaque de cinco aros metálicos unidos entre sí con cintas de algodón. El aro inferior, de mayor diámetro, describe una elipse. Del aro superior parten unas cintas de algodón que se unen a una ancha cinturilla que se cierra con un corchete. 1860-1868 (ca). Armazón del que depende el volumen exterior de las faldas. A partir de las fechas señaladas las faldas desplazan su volumen a la parte posterior. En España el término con el que se conocen estas estructuras es el de miriñaque.


En tejido de algodón fruncido en la cintura y armado con nueve ballenas. Se ajusta en la cintura con dos cintas y otras cosidas más abajo. A la altura de las caderas lleva dos piezas, con cinco ojetes cada una, para ceñirlo por delante. Termina en un volante tableado que remata en una tira bordada. 1870-1880 (ca). El polisón es una estructura interior que arma y da volumen a la falda. Se coloca atado a la cintura para crear un espacio oval que da forma a la parte posterior de la falda. A partir de 1869 se impone esta nueva silueta que estará vigente hasta 1889. A lo largo de estos veinte años de existencia variará forma y volumen del soporte.


Vestido formado por cuerpo y falda con alternancia de entredoses de encaje y franjas de tul estampado a dos colores: salón y verde. El cuerpo, armado con ballenas, se cierra por delante y va drapeado en la cintura, describiendo una uve. La manga es larga y con forma de globo en el brazo y antebrazo, ceñido y con pequeña abertura. La falda es lisa, con un pequeño fruncido en la parte posterior, y en la base lleva un volante de raso y salpicado con aplicación de adornos en forma de capullos. 1893 (ca)-1897 (ca).


Formado por pleitas de fibra natural, de copa hemiesférica y pequeña ala recortada en la parte posterior. Una cinta en terciopelo de seda se dispone en espiral sobre la copa y se prolonga hasta el ala, cuyo contorno está rematado por un bies. 1924-1928 (ca). En la década de los años veinte se impone este tipo de sombrero, que se lleva encajado en la cabeza. Suelen presentar alas recortadas que apenas dejan ver los ojos. Se abandonaron progresivamente los grandes sombreros y los adornos se simplificaron frente a décadas anteriores. El cambio no fue brusco. A partir de 1914-1915 se inicia esta transformación que obligará necesariamente a modificar el peinado.


Vestido de organza de color beige, con amplio escote redondeado, sin mangas, con corte a la cintura, falda con tablas anchas y dobles. Se cierre en el centro del espaldar con cremallera. La chaqueta, corta y ajustada, con escote redondeado y cuello vuelto que se sujeta con anudado, y media manga ajustada. Se cierra con una línea de tres botones forrados. 1957. Manuel Gatell.



Vestido largo realizado en tejido de doble cara, que combina. Es de sarga batavia de algodón, el cuerpo en color amarillo limón y la falda a cuadros en color crudo con rayas azules y amarillas. El cuerpo tiene cuello alto, media manga con vuelta tejido a cuadros y presenta cuatro grandes escotaduras, que parten del “bajo pecho” hasta la cintura y dejan la falda suspendida del pecho mediante tiras a modo de tirantes, dos delante y dos detrás, con cuatro grandes botones de media bola en plástico de color blanco y cuatro ojales de tela. La falda, acampanada, con dos costuras en los costados del delantero que ocultan dos bolsillos de ojal, y otra en el centro de la espalda, tiene un corte horizontal junto al bajo, que es una banda de color amarillo limón. Las costuras son pespunteadas y cargadas. Cierra en el centro de la espalda con dos cremalleras. 1968-1975 (ca).


En tafetán de lana bicolor: azul marino y crudo. El vestido es azul marino, largo a rodilla, ajustado y ligeramente evasé, con escote a la caja, cuello vuelto, media manga, corte a la cintura y falda ligeramente fruncida en el espaldar. La falda tiene dos bolsillos de ojal ocultos bajo las costuras del delantero y forro en tafetán de seda azul marino. La decoración es a base de pespuntes sobre las costuras cargadas y aplicación de tejido color crudo: una banda sobre el cuello vuelto y otra en las bocamangas. Cierra en el centro de la espalda con cremallera y corchete. La chaqueta es de color crudo, larga hasta la cintura, con escote a la caja y manga japonesa al codo y ligeramente acampanada. La decoración es de pespuntes en las costuras cargadas y aplicación de tejido azul marino con las iniciales EB sobre la hoja izquierda del delantero, y una banda sobre las bocamangas. Cierra en el centro del delantero con cuatro grandes botones de placa de metal dorado, cuadrados y con ángulos redondeados, que sostiene dos placas de pasta vítrea: una blanca y otra negra, con cuatro ojales de hilo y un corchete metálico en el escote. 1970.


Vestido de línea corsetera, corto, escotado, ajustado y con tirantes. Realizado en raso de algodón y viscosa en color naranja brillante. Los costados son de tejido elástico de malla de poliamida y goma. Tiene cazuelas circulares cónicas, de tres gajos, pespunteadas en espiral en el gajo superior, forradas en punto, y armadas con aros metálicos. 1980 ca. Jean Paul Gaultier.



Traje de fiesta, corto, ajustado, con escote recto y tirantes, realizado con cristales Swarovsky color anaranjado engarzados sobre trama metálica, destacando en rojo una línea central vertical. Pertenece a la última colección de Gianni Versace. 1997.



Esto es una pequeña parte de todo lo que pude ver en el museo. Las prendas que se muestran en la web varian un poco en relacion a lo que ví, ya que van rotando las prendas expuestas para que "descansen" por un tiempo. Os recuerdo que tanto las fotografías como la informacion que he puesto debajo de cada pieza son extraídas de la web del museo, por lo que os invito a que entréis y hagais la visita virtual (así también tendreis una preview de cómo estaban montadas las vitrinas). Decir que la web complementa y amplía enormemente la información y que creo que es una herramienta perfecta para el museo. Espero que os haya gustado el post (y que no haya sido muy pesado, acabo de darme cuenta de lo mucho que me he enrollado...jejeje). En otro post os pondré un par de fotos personales de la visita, ¡Porque en este ya no me deja!


7 comentarios

  1. Qué pedazo de crítica que te has maravillado. Me encanta.

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  2. XD gracias, es q tenia ganas de decirlo...aunque me ha quedado un tostón larguisimo....fijo q nadie lo lee! XD

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  3. Es que vosotros estáis obligados! solo faltaría eso...q no me leyerais...amos...jejejeje

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  4. He leido hoy en la Cuore stilo que a partir de mañana en el Museo del Traje hay una exposición que se llama De verdad y de juguete y en la foto una barbie vestida con el New Look de Christian Dior...

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  5. Si, cuando fuí habia leido algo de eso y pensaba que ya estaba entonces, pero no....y lo de la barbie tiene que ser una monada! *.* es más, como digo en el post, en la web no encontré todo lo que ví, porque en la exposicion estaba el new look de Dior con la pamela de tiras de palma, la americanita entallada en tono beige y la falda negra...

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